Tipos de alimentos

Dado que se vienen varios artículos respecto a la alimentación, haré un artículo introductorio que reúna las categorías de los alimentos, según el Código Alimentario Español (enlace). Estos son:

1) Productos dietéticos y de régimen.

“Son los alimentos elaborados según fórmulas autorizadas, adecuados a satisfacer necesidades nutritivas especiales del hombre”. Estos alimentos están destinados a personas que requieren de una alimentación distinta a la habitual. Pueden ser alimentos que o bien contienen nutrientes que requiere esa persona específicamente (alimentos ricos en calcio, como algunos tipos de leche, por ejemplo) o bien porque carecen de ciertos compuestos que pueden resultar dañinos (como aquellos panes sin gluten o la leche sin lactosa).

2) Productos sucedáneos.

“Tendrá esta consideración todo producto que, sin fines engañosos o fraudulentos y con expresa declaración de la finalidad perseguida, pretenda sustituir en todo o en parte a un alimento”. Son alimentos que aparentan ser un alimento que no son, pero sin intención de engañar. Estos pueden ser la “chaca”, también llamados “palitos de cangrejo”, pero que están hechos de pescado o las bebidas de arroz, avena o almendras, que aparentan ser leche sin serlo.

3) Alimentos fundamentales.

“Son los que constituyen una proporción importante de la ración alimenticia habitual en las distintas regiones españolas”. Se trata de alimentos que incluye productos como el pescado, las hortalizas o las legumbres, que deben encontrarse en la dieta regular de todo residente en España.

4) Alimentos perecederos.

“Son los que, por sus características, exigen condiciones especiales de conservación en sus periodos de almacenamiento y transporte”. Entre estos se incluyen marisco y pescados, por ejemplo, ya que se trata de productos que se degradan rápidamente si no se almacenan y transportan con cierto cuidado.

5) Alimento impropio.

“Tendrá la consideración de alimento impropio cualquier materia natural o elaborada en la que concurra alguna de las siguientes circunstancias:

a) No estar comprendida en los hábitos alimentarios españoles, aunque el producto de que se trate tenga poder nutritivo. Se presumirá habitualidad alimentaria para cualquier producto que no sea de usual utilización, en cuanto que su consumo sea debidamente autorizado.

b) Cuando, aun siendo alimento o materia comprendido en los hábitos alimenticios españoles, no se haya completado su proceso normal de maduración o elaboración, o lo haya sido mediante algún procedimiento no autorizado”.

Estos alimentos suelen tratarse de aquellos que, o bien son alimentos que aún no han sido regulados en España, aunque sí se consumen en otros países, o bien son alimentos que aún no deben ser consumidos porque no han terminado de estar listos para su consumo responsable. Entre los primeros podemos encontrar los insectos (grillos y gusanos), que son bastante nuevos en España o ciertas frutas (como la pitahaya). También una buena parte de los productos que se pueden adquirir en ciertas tiendas de alimentación extranjera, como por ejemplo productos importados de Asia (especialmente de Japón) como son el Ramune (una bebida) o ciertos tipos de fideos instantáneos importados de Corea. Entre los segundos podemos encontrar aquellos pescados que se consumen antes de su maduración completa (y contra los que hubo una seria campaña en contra) o las “puntillas” en Canarias.

6) Alimento adulterado.

“Tendrá la consideración de adulterado todo alimento al que se haya adicionado o sustraído cualquier sustancia para variar su composición, peso o volumen, con fines fraudulentos o para encubrir o corregir cualquier defecto debido a ser de inferior calidad o a tener ésta alterada”. Los alimentos adulterados son aquellos a los que se les ha hecho algo para aparentar ser mejores productos de lo que realmente son. Ejemplos de estos son el aceite de oliva que en ocasiones se mezcla con aceites de inferior calidad, o la miel adulterada con jarabe de frutas.

7) Alimento falsificado.

“Tendrá la consideración de falsificado todo alimento en el que se haga concurrir alguna de las siguientes circunstancias:

a) Que haya sido preparado o rotulado para simular otro conocido.

b) Que su composición real no corresponda a la declarada y comercialmente anunciada.

c) Cualquier otra capaz de inducir a error al consumidor.”

Este tipo de alimentos, a diferencia de los anteriores, no es que haya sido parcialmente modificado para que parezca algo que no es, es que han sido completamente sustituidos por otro que no es el que se indica a la hora de ofrecerle al consumidor. Para comparar con los ejemplos del caso anterior, sería vender aceite de girasol como si fuera de oliva o miel que sea totalmente jarabe de frutas.

8) Alimento alterado.

“Tendrá la consideración de alterado todo alimento que durante su obtención, preparación, manipulación, almacenamiento o tenencia, y por causas no provocadas deliberadamente, haya sufrido tales variaciones en sus caracteres organolépticos, composición química o valor nutritivo, que su aptitud para la alimentación haya quedado anulada o sensiblemente disminuida, aunque se mantenga inocuo”.

Estos no es que hayan sido manipulados intencionadamente, pero sí que han sufrido cambios accidentales debido a que en algún momento antes de la compra del consumidor han sido modificados de manera que sean sustancialmente diferentes del producto que debía llegar a sus manos. Ejemplos de ello pueden ser los vinos avinagrados, que han sufrido un proceso de fermentación más allá del deseado o igual podría tratarse de carne mal envasada que ha sufrido un proceso de oxidación más allá del deseado (aunque se mantenga comestible).

9) Alimento no contaminado.

“Tendrá la consideración de contaminado todo alimento que contenga gérmenes patógenos, sustancias químicas o radiactivas, toxinas o parásitos capaces de producir o transmitir enfermedades al hombre o a los animales.

No será obstáculo a tal consideración, la circunstancia de que la ingestión de tales alimentos no provoque trastornos orgánicos en quienes los hubieran consumido.”

Alimentos contaminados lo son aunque estos no provoquen daños a quienes los consuman. Ejemplos de estos son por ejemplo las mayonesas que son contaminadas con Salmonella o el anisakis en pescado que no ha sido tratado apropiadamente.

10) Alimento nocivo.

“Tendrá la consideración de nocivo todo alimento:

a) Cuando utilizado con criterio de normal prudencia, y conforme a las prescripciones de su preparación y empleo o en cualquier forma que se ajuste a prácticas de elemental previsión, produzca efectos perjudiciales en el consumidor.

b) Cuando aun no siendo perjudicial a su inmediato consumo se pueda prever que su ingestión repetida entraña peligro para la salud, sin que ello obedezca a uso inmoderado o inoportuno, o a consumo irreflexivo del mismo.

c) Cuando su contenido en microorganismos o materias extrañas sea superior a los límites permitidos para las diferentes clases de alimentos.

d) Cuando aun no siendo nocivo para el consumidor medio, lo es o pueda serlo para un grupo determinado de consumidores (lactantes, embarazadas, diabéticos, etc.) al que va específicamente destinado”.

Este tipo de alimentos son potencialmente dañinos para aquellos que lo consuman, independientemente de cómo se traten. Por ejemplo, cierta cantidad de cafeína que poseen las bebidas energéticas no son recomendables para personas gestantes, con lo que entrarían en este tipo de categoría. Y hablando de este tipo de bebidas, estas mismas y otro tipo de bebidas azucaradas entrarían en esta categoría debido a la gran cantidad de azúcar que tienen. Recordemos que según la EFSA (European Food Safety Authority) habría que reducir todo lo posible la ingesta de azúcar y estas bebidas hacen justo lo opuesto, nos la proporcionan por un tubo (o mejor dicho, una lata de medio litro).