Falsa entrevista

Tarea para el Máster en Cultura Científica, Introducción a la Neurociencia. Entrevista simulada


Presentador: Buenos días. Hoy tenemos a Iñigo. Es profesor y hoy viene a hablarnos de aprendizaje y de memoria. Imagino que de eso en tu trabajo sabrás bastante.

Iñigo: Buenos días. Bueno, en este trabajo algo de aprendizaje sí sabemos, sí, pero me gustaría dar una perspectiva diferente, un poco más científica y enlazada a la neurociencia que a la experiencia diaria del profesorado.

P: Por supuesto. Entonces imagino que nos hablarás de la manera en que generamos memoria y aprendemos. Supongo que, antes de nada, tendrás que explicarnos qué es el aprendizaje.

I: Pues es una buena manera de empezar, sí. Tendríamos que aprender a distinguir lo que es aprender, lo que es pensar y lo que es memorizar. Están relacionadas, pero no son lo mismo. Aprendemos cuando adquirimos conocimientos o habilidades que podamos usar en el futuro. Es un proceso complejo que me gustaría discutir más tarde en esta entrevista. El acto de pensar, por otro lado, ocurre cuando en nuestro sistema nervioso central se activa un patrón neuronal. Y memorizar es algo muy parecido, pero ocurre cuando un patrón neuronal que ya ha sido activado o creado en un momento del pasado vuelve a activarse. Entonces el aprendizaje como tal es el mecanismo por el cual vamos generando el conocimiento, vamos grabando patrones que ya emplearemos o recuperaremos cuando recibamos el estímulo para ello.

P: Bien, bueno, no sé si nos ha quedado claro el asunto. Pensar es una activación de un patrón neuronal y memorizar es su repetición. Y aprender es cuando mediante este proceso vamos generando estos patrones de forma que los vamos desarrollando y enlazando. ¿Es correcto?

I: Sí, viene a ser eso, sí.

P: Pero yo tengo oído que tenemos distintos tipos de memoria. ¿No? ¿De qué estamos hablando?

I: Sí y depende de dónde lo hayas oído te habrán dicho unos tipos u otros.

P: Estaba pensando en la de corto plazo y largo plazo.

I: Esa es una manera de clasificar la memoria. Como sabes, a los científicos nos encanta clasificar cosas. Tanto que acabamos haciéndolo de mil formas distintas, pero no deja de ser una manera de entender el mundo. La que has comentado es la manera de clasificarlo en función de su duración. Tenemos la memoria inmediata, que dura unos segundos. Tenemos la de corto plazo, que es un poco más larga. Por desgracia es a la que recurren algunos estudiantes, que intentan memorizar algo unas horas antes de una prueba escrita. Y luego la de largo plazo, que suele ser la preferible a la hora de construir conocimiento y que puede durar toda la vida. Esta es la que más cuesta y se estima que se requieren dos años para poder condicionar el cerebro para ello.

P: Has dicho que hay más de una manera de clasificar la memoria. ¿Podrías darnos otra?

I: La otra manera de clasificar la memoria es hacerlo en función de si recurrimos a ella de manera consciente o inconsciente. La consciente se llama explícita o declarativa y se divide en la memoria semántica y la episódica. La inconsciente, por otro lado, se le llama implícita.

P: ¿Podrías decirnos en qué consiste la memoria semántica y la memoria episódica?

I: Claro, la semántica consiste en recordar principalmente datos, objetos... cosas que son. Por otro lado, la episódica consiste en recordar sucesos, episodios... cosas que pasan.

P: Y decías que está la inconsciente también.

I: Eso es, la consciente requiere que recurramos activamente a ella, pero la inconsciente no. Para entenderlo mejor, enseguida podemos entender a qué nos referimos si hablamos de andar en bicicleta. O también, todos hemos ido al oculista. Tienen un aparato que nos sopla aire y nuestros ojos se cierran involuntariamente. También esa forma parte de la memoria inconsciente.

P: Bien. Dicho esto, ¿cómo hace el cerebro para almacenar esa información? Quiero decir, la clasificación está muy bien, pero creo que nos interesa más entender en qué consiste el proceso.

I: Podríamos decir que cada tipo de memoria tiene una manera de almacenarse y emplearse.


Fuente: Pixabay

P: ¿Cuando dices tipos quieres decir explícita e implícita?

I: Eso es. Cada una es diferente. La explícita se divide en 4 fases, la codificación, la consolidación, el almacenamiento y la recuperación. Cada una de ellas es bastante autoexplicativa. La codificación ocurre cuando nos exponemos a la información y depende de la atención que le prestemos. La consolidación consiste en el proceso de estabilizar esa información y requiere además que se sinteticen proteínas. Cuando se ha hecho correctamente, llega la fase de almacenamiento. Requiere de guardar la memoria para el futuro. El almacenamiento para la memoria a largo plazo carece de límite, pero no es así con la memoria a corto plazo. Por último tenemos la recuperación de la información. Es literalmente la capacidad que tenemos de recordar algo, de rememorarlo. Como ves es muy estructurada, en el sentido que tenemos cierta idea de cómo funciona y los pasos que tiene. Pero esto no ocurre con la implícita.

P: La implícita es más... ¿intuitiva?

I: Podría decirse que sí. Al menos no requiere un esfuerzo activo, sino que ocurre por sí sola, a medida que repetimos ciertas actividades. Además, se almacena en distintas partes del cerebro, dependiendo del tipo de aprendizaje.

P: Me gustaría que profundizases un poco en la capacidad de aprender.

I: Bien, aunque no es un tema sencillo. Empecemos pensando en complejos circuitos de neuronas. Sistemas complejos de neuronas entrelazadas. Estas neuronas tienen actividad sináptica y es esa misma actividad la que crea la memoria. Cada vez que se activan, es más sencillo que se vuelvan a activar. Cuanto más se activan, más probable es que prevalezcan. Si lo hacen, eso es lo que llamamos memoria. Por supuesto, esto no se queda ahí...

P: Claro, hemos dicho que hay distintos tipos de memoria, la inmediata, la de a corto plazo y la de largo plazo.

I: Sí. De hecho, son estas últimas dos las que tienen más interés en estos momentos. La que ocurre a corto plazo es posible gracias a la activación de las neuronas durante un tiempo prolongado. La que ocurre a largo plazo es más compleja, ya que requiere de síntesis de proteínas. Concretamente, requiere que se dejen de sintetizar algunas y se sinteticen otras, reestructurando el cerebro.

P: Pero el aprendizaje es mucho más que la memoria.

I: Oh, sí, por supuesto. El aprendizaje es todo un mundo por sí mismo. Tenemos que distinguir si aprendemos por asociación o no. Si lo hacemos, se le llama aprendizaje asociativo, en el que relacionamos dos estímulos o una conducta con las consecuencias de la misma. Por ejemplo, como cuando comemos algo y nos provoca un malestar estomacal, luego podemos asociar ese sabor a ese malestar. El no asociativo es uno en el que podemos reducir o aumentar la respuesta a un estímulo. Depende de cuánto nos expongamos a él y si recibimos más de un estímulo o no. Tampoco querría profundizar más en este aspecto.

P: Bien, como quieras. Pero volviendo a la memoria, hay algo que me interesa mucho. ¿Qué ocurre si no podemos recordar? ¿Si tenemos amnesia? ¿Es la amnesia un fallo en la capacidad de recuperar la información? Quiero decir, antes has mencionado que recordar es, en última instancia, la capacidad de recuperar la información almacenada. Y en todo caso, esto me lleva a la pregunta, ¿cómo funciona la amnesia en el caso de olvidar cómo andar en bici, por ejemplo?

I: Son muchas preguntas y no sé si podré responder a todas. Especialmente la última, que no creo poder responderla en estos momentos. Pero antes de nada deberíamos aclarar un punto; la amnesia no es sólo el hecho de olvidar algo.

P: ¿Ah, no?

I: No, también perder la capacidad de aprender se considera amnesia. Y hay muchas razones por las cuales puede desarrollarse. Supongo que la más conocida son los traumas. Al fin y al cabo, hay muchas series televisivas o películas en las que se representa la escena de una persona que sufre un shock y pierde la memoria.

P: ¿Y las otras?

I: Las otras son más mundanas. El consumo de drogas, el alcoholismo entre ellas puede provocarla. Y por supuesto, cualquier otra cosa que pueda afectar al cerebro, algunas enfermedades o golpes en la cabeza por ejemplo pueden hacer que ocurra.

P: Has dicho que la amnesia puede ser la incapacidad de recordar pero también de aprender.

I: Sí. No confundir con los tipos de amnesia, ya que además se distingue entre retrógrada y anterógrada, depende de si te cuesta recordar eventos previos al momento que se produjo aquello que provocó la amnesia o si te cuesta recordar las cosas que pasan posteriormente. Algunas incluso empiezan como anterógradas y luego se convierten en retrógradas.

P: ¡Qué interesante! No sabía que hubiera distintos tipos de amnesia.

I: Ya ves. Pero sinceramente, la que más me preocupa es la provocada por las drogas.

P: Sí, la has mencionado previamente. ¿Por qué te preocupa especialmente?

I: Porque suele ser algo disparado por la inconsciencia. La falta de información. Y es que es cada vez más común. Cada vez escuchamos más lo de que todas las opiniones importan lo mismo. Y hay muchas que defienden el uso de drogas como puede ser la marihuana, diciendo que son seguras. Y hay mucha gente creyéndoselo, también, que es más peligroso.

P: Sí, como presentador sé que los Fake News prácticamente vuelan. La publicidad interesante y atractiva tiene más interacciones que las noticias verídicas. Así que al menos, demos una versión con cierto rango de conocimiento. Háblanos de las drogas y su efecto en la memoria, por favor.

I: Hablemos, de hecho, de una de las mas peligrosas y también una de las más extendidas. La marihuana. Sabemos que afecta al hipocampo, que es una zona relacionada con la memoria espacial. Este tiene muchos receptores cannabinoides, cosa importante, ya que la marihuana tiene como principio activo el tetrahidrocannabinol. Esta provoca una reducción en la actividad eléctrica del hipocampo que además recibe otros tipos de daños físicos. Hay muchos estudios serios que enlazan el consumo de estas drogas y varios tipos de daños cerebrales. Podemos afirmar que el aprendizaje queda afectado sin lugar a dudas.

P: Vaya, una lástima. Sin embargo, me veo obligado a detenerte. Llega ya la hora de despedir el programa.

I: Sí, creo que ha habido suficiente aprendizaje por hoy.

P: (Risas) Claro, en otra ocasión más y mejor. ¡Hasta la próxima!

I: Hasta la próxima.



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