Retos del reportaje

A la hora de escribir un reportaje, hay una serie de retos a los que tendré que enfrentarme. Dado que el tema del que se va a hacer el reportaje es la energía nuclear, el mayor reto que me encontraré sospecho que será hacer frente a los prejuicios del lector. Cuando se trata de trabajar un tema tan estigmatizado, es necesario empezar por ese punto, que parcialmente se podría solucionar proporcionando un contexto apropiado y amplio. Lo cual me lleva al segundo reto más difícil: no faltar a la rigurosidad ya que existe el riesgo de elegir sólo aquellas fuentes de información que defienden mi punto de vista. Si hay que trabajar en la rigurosidad, hay que hacerlo dando voz tanto a los argumentos a favor como a los argumentos en contra que puede haber, además de los muchos argumentos informativos, siempre y cuando provengan de fuentes fidedignas. Es decir, hay que mantener un juicio crítico a la hora de elaborar el reportaje. El resto de retos, a pesar de ser más comunes, no han de ser ignorados. Incluyen el reducir el lenguaje especializado a un mínimo, ya que la ciencia tiende a usar unos términos muy “de nicho” y a pesar de todo, tratar de no faltar a la precisión y exactitud. Otro de los retos es el del riesgo de caer en la falsa información atractiva, empleando, una vez más, fuentes de información fidedignas. El siguiente reto es el de proporcionar rigurosidad sin caer en el aburrimiento, que sospecho que me puede resultar especialmente difícil a mí (no por el tema en este caso, sino porque temo no ser especialmente ameno en mis narrativas). Siguiendo este punto, estaría el reto de proporcionar un reportaje claro y sencillo, que no se exceda en los detalles, pues son prescindibles si con ello se obtiene claridad y con ello será más sencillo transmitir el mensaje que se busca transmitir. 

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Sospecho que uno de los mayores retos, paralelo a todos estos es lograr todo ello a la vez. Da la impresión de que algunos se contradicen (aunque sospecho que es más un tira y afloja hasta obtener un equilibrio óptimo). Será una cuestión de prueba y error, hasta llegar a un reportaje que pueda considerar satisfactorio para el lector y que pueda cumplir los objetivos del mismo.