Alimentos Funcionales

Hablemos de alimentos funcionales. Para empezar, ¿qué son los alimentos funcionales? Son alimentos que al añadirles, retirarles o sustituirles algún componente, dan lugar a alimentos con una propiedad añadida que es beneficiosa para la salud de algunas personas. Se pueden así distinguir un total de 5 tipos distintos, que serían:

  1. Eliminar un componente que tenga un efecto perjudicial en el consumidor.

  2. Incrementar la concentración de un componente que ya tenía.

  3. Suplementar un componente que no tenía.

  4. Sustituir un componente que tenía efectos nocivos por otro con efectos neutros o positivos.

  5. Alterar la biodisponibilidad de alguno de los nutrientes.

Os mostraré algunos ejemplos de cada uno de esos tipos:

Alimentos en los que se ha eliminado un componente que tenga un efecto perjudicial:

Fácilmente nos vienen productos sin lactosa o sin gluten, ya que una parte de la población tiene problemas al consumir este tipo de productos. Como ejemplo os muestro una leche sin lactosa y una pasta sin gluten. Hay que recordar que quien no tenga intolerancia por este tipo de componentes, no deberían sustituir los productos convencionales por estos.


Alimentos en los que se ha incrementado la concentración de un componente que ya tenía:

Un zumo enriquecido con vitamina C o una leche enriquecida en calcio.

Tenemos aquí ejemplos de los productos que podemos encontrar que están enriquecidos en algún componente. En el caso del zumo, se le ha incrementado la concentración de vitamina C. Sin embargo, me gustaría señalar el dato de que frente a la proporción enriquecida de vitamina C que ofrece este producto (28mg por cada 100g), hay alimentos más baratos y comunes que proporcionan una mayor cantidad de la misma (el kiwi ofrece 92,7mg por cada 100g, casi cuatro veces más y la naranja 53,2mg por cada 100g, casi el doble).


Alimentos en los que se ha suplementado un componente que no tenía:

Bebida de avena a la que se le ha añadido calcio.

En este ejemplo, podemos ver un producto que se ofrece como alternativa a la leche, muy apropiada para personas veganas. Sin embargo, para paliar la escasez de calcio que puedan tener por consumir una bebida que originalmente no tiene calcio, le han suplementado este mismo, de origen de algas.


Actimel, bebida a la que se le ha incorporado el Lactobacillus Casei.

Este es probablemente el caso más famoso de bebida a la que se la ha incorporado un componente que no tenía. Sin embargo, se trata de un caso como el del zumo que hemos presentado con anterioridad: a pesar de que anuncie su eficacia en la mejora de las defensas, es bastante probable no compense otros males (como la alta cantidad de azucares que contiene).


Alimentos en los que se ha sustituido un componente nocivo por otro neutro o positivo:

Los alimentos más comunes de esta categoría a los que se les ha retirado azúcar para sustituirlo por un edulcorante. Se consideran nocivos porque pueden ser peligrosos para una parte de la población. A pesar de sustituir el azúcar, seguimos teniendo alimentos que pueden no ser sanos, ya que lo que aporta dulzor, el edulcorante, aún puede ser dañino para ciertas personas.



Alimentos en los que se altera la biodisponibilidad de alguno de los nutrientes:

Estos alimentos han alterado la biodisponibilidad de algunos nutrientes para obtener un efecto positivo. Ejemplo de ello son el danacol o la margarina ProActiv. Sigue siendo cierto que mejor que consumir estos productos sería comerse una manzana, pero en el caso de buscar una receta específica, puede ser mejor, en caso de tener colesterol alto recurrir a este tipo de productos a consumir el producto que sustituyen.




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