El amparo de la ley de las falsas promesas

Frecuentemente se confunde lo que aporta un nutriente con lo que aporta una dieta en su conjunto. Suelen hacerse afirmaciones del estilo “el componente X ayuda a proteger el organismo” o “la vitamina Y ayuda contra la fatiga”. Sin embargo, carece de sentido fijarse en lo que hacen nutrientes específicos cuando la dieta en su conjunto no ayuda a ello. Es más un nutriente, por sí sólo no ayuda como se cree, de nada sirve proporcionar bebidas con una concentración severa de vitamina B12 cuando más de la misma es azúcar.

Alguno igual se pregunta entonces por qué solemos ver alimentos con ese tipo de publicidad. ¿A qué se debe que haya tanta relacionada con los beneficios de los nutrientes? Se debe a que la ley permite a la empresa que distribuye un producto anunciar los beneficios de su producto si en él se encuentra un nutriente al que se la tribuye ese beneficio y si ese nutriente se encuentra en una proporción mínima del 15% del Valor de Referencia del Nutriente (VRN). Es decir, del total que debe consumir un adulto en un día, debe proporcionar el 15%.

Y sí, esto implica que podríamos vender una bebida azucarada en la que más de la mitad es azúcar y decir que ayuda a los huesos si añadimos un 15% del VRN de calcio. Por ejemplo. Y es algo de lo que se benefician muchas empresas. Me he tomado la libertad de obtener unos cuantos ejemplos (algunos de los cuales se encuentran también en un artículo anterior):

Empezaré con algunos de los más suaves. Es el caso de esta bebida de almendra. No señala especialmente a los beneficios de los nutrientes que tiene, pero podemos ver que aquellos que anuncia en su cara frontal son aquellos que tiene en una concentración del 15% del VRN.



Otro es un caso que ya mostré en un artículo anterior. En aquel indicaba que estaba bien que una bebida de avena estuviese enriquecida con calcio para compensar que un vegano no tome leche (que es una fuente de calcio más frecuente en personas no veganas). Sin embargo, esta vez quisiera señalar cuánto calcio contiene esta bebida. Como habréis imaginado, ya que lo anuncia en la carátula, un 15% del VRN por cada 100ml.



El caso siguiente empieza a ser un poco más temerario y anuncia a bombo y platillo sus supuestos beneficios. Se trata de una bebida que anuncia claramente que ayuda a disminuir la fatiga. Claro, para poder decir algo así con tanta rotundidad... tiene una proporción de hierro del 15% del VRM, 2,1mg. Para eso igual sale mejor consumir 100g de lentejas, que tienen más (7,54 mg) y bastantes menos azúcares.


Tenemos por otro lado la siguiente leche, en la que ya la cosa mosquea un poco más. Anuncia varios beneficios y nutrientes en su carátula y en la parte posterior. Da la impresión que se salta la normativa al indicar los beneficios de distintos compuestos que tiene, pero claro, aquello que se anuncia en la carátula principal es lo que prima y todos ellos están relacionados con nutrientes que contiene en una proporción mayor al 15% VRN. Así que está por un lado anunciando beneficios para los cuales no cumple la normativa, pero no pasa nada, porque la parte importante, la que se muestra al público en un inicio, sólo anuncia aquellos que sí tiene en la proporción adecuada. Un poco arriesgado. Un poco al límite. ¿Legal? Seguramente. No por ello ético.


         

  

Un caso particularmente interesante sería el de esta bebida, en la que te hacen “rebotar” del “Energy” a lo que se refieren con “Energy” y ahí podemos leer que se refieren a que el calcio y el fósforo “contribuyen al metabolismo energético normal”. En realidad en ningún momento te dicen explícitamente que te aportará una gran cantidad de energía. La manera en la que las cosas quedan implícitas es realmente surrealista. Por supuesto, para poder decir que es “Energy” han tenido que incluir un 15% de cada uno como nutriente (podemos ver del calcio que es un 16% y que el fósforo es un 15%, imagino que al ser el zinc inferior al 15% no lo han podido incluir en la definición de lo que es “Energy”).



Todos estos son ejemplos en los que se emplea la ley al límite para poder anunciar beneficios que es posible que no tengan realmente. O beneficios que van de la mano de otros perjuicios. ¿A qué me refiero con esto? A que en la mayoría de estos casos si observamos la cantidad de azúcares frecuentemente lo encontramos en cantidades y proporciones mayores que los nutrientes que se anuncian de buena gana (con la única excepción la bebida de almendra, si no he leído mal) y que fuentes de esos nutrientes los podemos encontrar en otros alimentos que no llevan consigo tanto azúcar. Sabemos que el azúcar tiene perjuicios claros y que debe consumirse con moderación y lo que hacen todas estas etiquetas es inducir a todo lo contrario. Son falsas promesas que hace falta observar con mayor atención para evitar caer en la trampa. Porque que sea legal no cambia el hecho de que se trate de una trampa para hacer creer al consumidor algo que no es cierto.

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