Pesadilla en la comida... o no
Diferentes culturas han y hemos desarrollado diferentes costumbres culinarias. Lo que es apetecible para algunas, para otras no lo es. Hay lugares donde se come perro o cobaya, lugares donde se “pudre” la comida para poder comerla, lugares que ven con buenos ojos alimentarse de algas (aunque donde vivo ya es algo bastante común hoy en día) y seguro que se os ocurre cocina que fuera de donde vivís no es algo que se vea como algo apetecible (como los caracoles o los chipirones, que por donde vivo son comunes pero pregunta a una persona de Reino Unido a ver qué piensa).
Uno de esos alimentos que uno no consideraría en un inicio, puede ser una solución a varios de los problemas que tenemos que enfrentar. Es un alimento que se cría en entornos controlados y muy higiénicos. Proporciona una gran cantidad de energía y proteína y otra gran cantidad de nutrientes normales y necesarios en nuestra dieta. Necesitan mucho menos terreno y agua que la ganadería para proporcionar estos nutrientes y por lo general su crianza es más respetuosa con el medio ambiente. Estamos hablando de insectos.
No sólo insectos enteros como tal, sino también pastas y harinas hechas de insectos o de partes de insectos, que podremos incorporar con facilidad en nuestra dieta diaria. En Europa y en España ya es legal su comercialización y consumo. El tipo de valor nutricional que tienen depende de la especie empleada y del momento de su ciclo vital a la hora de convertirlo en alimento. Por lo general, su empleo será beneficioso (comparado con lo que actualmente tenemos) para el medio ambiente.
¿Y dónde podremos encontrar estos insectos o alimentos basados en ellos? Pues en los supermercados habituales. Uno de los que ya comercializan estos productos es Carrefour (aunque el de mi ciudad parece que aún no lo tiene disponible, así que os dejo un par de imágenes obtenidas de internet).
Personalmente la visión de un insecto en mi comida no me resulta muy apetecible... pero no tendría ningún problema en consumir unas galletas hechas con harina de grillo, ¡por ejemplo!
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