El Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)
prevee distintos futuros en función de la economía global y las
emisiones que haya en el futuro. Estos futuros supondrán distintos
aumentos de CO2 y aumento de la temperatura global. Son
los siguientes (SSP son las siglas de Shared Socioeconomic Pathways):
SSP1:
El mundo cambia de manera
gradual. Al ser un cambio gradual, también las emisiones son
inferiores y el desarrollo es más sostenible. Se invierte más en
salud y en educación acelerando la transición demográfica. En
lugar de crecimiento económico, el futuro se centra en el bienestar
humano. Hay menor desigualdad entre países y dentro de los mismos.
Hay menor consumo material y menor intensidad en recursos y energía.
SSP2:
Cambios menores,
mayormente siguiendo el mismo camino que hasta el momento. El
desarrollo e incremento de ingresos es desigual y en caso de mejorar,
lo hace sólo lentamente. Algunos crecen como hasta el momento y
otros se quedan atrás. Aunque se trabaja hacia el desarrollo
sostenible, este proceso es lento, con lo que si bien se disminuye la
intensidad de recursos y energía, los sistemas ambientales siguen
degradándose. Al no haber mucho cambio, los desafíos sociales y
ambientales persisten.
SSP3:
Resurge el nacionalismo.
Los países se centran en cuestiones nacionales. Las políticas se
dirigen a la seguridad nacional. Al centrarse en ello, se descuida el
desarrollo base y las inveriones en educación y desarrollo
tecnológico y en cambio, se busca la seguridad alimentaria y
energética. Esto lleva a un lento desarrollo económico, la
conservación o agravamiento de las desigualdades, fuerte degradación
ambiental, bajo crecimiento demográfico en países industrializados
y alto en países en desarrollo.
SSP4:
Gran desigualdad, tanto
en inversiones en capital humano como en oportunidades económicas y
poder político. Aumenta también la desigualdad entre países y
entre la gente del mismo país. Sociedades de bajos ingresos y poca
educación trabajan en una economía de baja tecnología y uso
intensivo de mano de obra mientras que el desarrollo tecnológico en
economía es alto así como en sectores de alta tecnología. Gran
intensidad de consumo energético. Las políticas medioambientales se
centran en las clases medias y altas. Aumentan los conflictos y los
disturbios.
SSP5:
Desarrollo de mercados
competitivos, innovación y sociedades participativas. Rápido
progreso tecnológico y desarrollo del capital humano camino a un
desarrollo sostenible. Mercados integrados. Alta inversión en salud
y educación. Explotación amplia de combustibles fósiles. Adopción
de estilos de vida que requieren una gran cantidad de recursos.
Rápido crecimiento de la economía mundial. Los problemas
ambientales locales se gestionan con éxito.
De entre estos 5,
considero que el SSP1 es el más apropiado. Probablemente el más
seguro y el que con más facilidad llevaría a un futuro sostenible y
en el que el ser humano coexiste con el planeta de manera saludable
para ambos. Sin embargo, no creo que el futuro nos lleve al mismo,
porque implicaría que muchos países redujeran el consumo de
recursos fósiles y hay muchos que no estarán de acuerdo con ello.
No me limito a especular sobre si esto ocurriría. Ha habido
antecedentes que nos revelan cuál es la política de algunos países
en relación a esto (como Estados
Unidos). Así que el futuro más probable, si no el deseado,
diría que es el SSP2. En este futuro, estaremos, con suerte en una
situación no muy diferente de la de ahora, con un progreso lento
pero constante en el que las cosas no irán demasiado mal... y con
poca suerte, el cambio climático pegará tan fuerte que los daños
al planeta, los daños materiales y los daños económicos sean
astronómicos y uno no pueda ni soñar con las condiciones de vida
actuales. Probablemente en algún punto intermedio, lo cual es
bastante desastroso, para ser sinceros.

Imagen: Pixabay
¿Por qué creo que es
ese el futuro del planeta? Porque nadie quiere en realidad
desaprovechar la posibilidad de sacar beneficio. Una transición
hacia un futuro sostenible requiere sacrificios en el desarrollo
económico de individuos (o de países) que no están dispuestos a
hacerlo si pueden evitarlo. Procurarán mantener el ritmo de
ganancias actuales con modelos actuales hasta que se vean obligados a
abandonar en aras de la supervivencia. Es en realidad el “juego de
la gallina”.
Cada país quiere ver hasta donde puede seguir manteniendo su
crecimiento dependiente de los combustibles fósiles antes de que sea
necesario por supervivencia echarse a un lado. Se harán ligeros
intentos de transición a un desarrollo sostenible, pero sin acabar
de comprometerse con ello por completo hasta que haya que abandonar
ese estilo antes de que “nos atrape el tren”, ya que si lo
hicieran y tratasen de mantener un ritmo sostenible, otros verían la
oportunidad de explotar los recursos con menos riesgo “porque ya
están haciendo otros la transición por nosotros”. Sin embargo,
esa actitud es la que nos lleva al desastre. Ya estamos viendo las
consecuencias del cambio climático. Nos queda preguntarnos, en este
“juego de la gallina” si no será demasiado tarde cuando los
participantes decidan saltar fuera de las vías del tren.
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